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Detrás del Cáncer: Cómo los Oncólogos Enfrentan el Desgaste Emocional

Octubre es el mes mundial de la concientización sobre el cáncer de mama. Un tiempo para destacar la prevención, el diagnóstico temprano y los tratamientos que pueden salvar vidas. Pero, ¿sabías que mientras prestamos atención a los pacientes, también es crucial reconocer a aquellos héroes detrás de la escena? Los oncólogos y sus equipos, cada uno de los profesionales y administrativos que trabajan en el cuidado del paciente oncológico, no sólo luchan contra el cáncer junto a sus pacientes, sino que también enfrentan un desafío psicológico propio que a menudo pasa desapercibido: el desgaste profesional por disociación.


“El desgaste emocional no es un fallo del médico, sino una respuesta humana a una carga de dolor constante.”

-Dr. Charles Figley


El desgaste por disociación se refiere a la desconexión emocional que los médicos desarrollan para protegerse del dolor y el sufrimiento constante que presencian, especialmente en áreas de la salud donde el pronóstico no siempre es alentador. Esta desconexión, aunque puede parecer útil en un inicio para sobrellevar la carga emocional, con el tiempo puede resultar en una despersonalización, lo que implica insensibilidad emocional y el distanciamiento tanto de los pacientes como de la propia vocación.


Recuerda, mientras los pacientes son el foco, los profesionales de la salud que los cuidan también necesitan nuestro apoyo. Su dedicación y esfuerzo son insuperables, pero no podemos permitir que el desgaste profesional pase desapercibido. En Quila nos preocupamos y vamos a cuidarlos también a ellos, tanto como ellos cuidan de nosotros.



Disociación: Mecanismo de defensa y factor de riesgo:

La disociación es una respuesta psicológica que permite a los oncólogos desentrañar sus emociones de las duras realidades que enfrentan día a día. Ante la magnitud del sufrimiento, el dolor crónico y la muerte de pacientes, muchos optan por un distanciamiento emocional como mecanismo de supervivencia. Aunque esta estrategia puede ayudar temporalmente a reducir el impacto emocional, a largo plazo puede conducir a un agotamiento emocional y a la pérdida de la capacidad de empatizar y conectar con los pacientes. El desafío de la disociación es que, si no se aborda, puede generar una sensación de vacío y deshumanización en el trabajo, afectando tanto la calidad de atención como el bienestar del oncólogo.


Factores que contribuyen a la disociación en los equipos oncológicos

Exposición constante al sufrimiento: Los oncólogos y sus equipos son testigos de la fragilidad humana en su forma más cruda. La exposición continua a enfermedades graves, el dolor y, en muchos casos, la muerte, puede llevar a una respuesta de desconexión emocional como forma de lidiar con la impotencia y el dolor.


Demandas emocionales y profesionales: El equilibrio entre mantener una actitud compasiva y cumplir con las demandas técnicas de su trabajo puede generar un agotamiento emocional extremo. La presión por mantenerse fuerte y competente a menudo lleva al oncólogo a distanciarse emocionalmente como mecanismo de protección.


Falta de espacios de contención emocional: Muchos oncólogos no cuentan con el apoyo emocional necesario dentro de sus equipos o instituciones. Esto agrava la sensación de aislamiento y fomenta la disociación como forma de evitar el agotamiento emocional.


Estrategias para prevenir y abordar la disociación en equipos oncológicos

Desarrollar una cultura de autocuidado: Los oncólogos y sus equipos al igual que otros profesionales de la salud, necesitan prácticas de autocuidado que les permitan reconectarse con sus emociones y líder con ella para mantener el bienestar emocional y físico. Conversar de lo que se siente o expresarlo a través de la escritura, establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, reservar tiempo para la relajación y garantizar un descanso adecuado, son algunas de las alternativas.


Acceso a supervisión y apoyo emocional: La supervisión psicológica y los grupos de apoyo profesional son recursos clave para los oncólogos.. En estos espacios, pueden compartir experiencias, procesar emociones y recibir orientación para manejar el impacto del estrés acumulado.


Rotación de tareas: Alternar entre diferentes roles o áreas dentro de la atención de pacientes puede reducir la exposición constante a situaciones emocionalmente cargadas. Esto permite momentos de respiro, que son fundamentales para mantener una perspectiva emocional saludable y evitar desconectarse con la realidad del paciente.


Fomentar la resiliencia: La resiliencia es la capacidad de enfrentar la adversidad y adaptarse sin desconectarse de las emociones. Aunque el estrés en oncología es inevitable, fomentar habilidades como la gestión emocional y la resolución de problemas puede ayudar a los oncólogos a enfrentar los desafíos sin caer en la disociación.


El cuidado del oncólogo es cuidado para los pacientes: Un oncólogo que está emocionalmente desconectado tendrá más dificultades para mostrar empatía y proporcionará una atención más fría y distante, lo que puede afectar la relación con sus pacientes quienes suelen necesitar un apoyo emocional fuerte durante su tratamiento contra el cáncer.

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“El bienestar médico es fundamental para el bienestar del paciente.” 

-Dr. Christine Sinsky


El mes de la concientización sobre el cáncer de mama es una oportunidad no solo para recordar la importancia de la prevención y el tratamiento del cáncer, sino también para cuidar a los cuidadores, los profesionales que están en la primera línea de batalla contra esta enfermedad. 

En Quila, entendemos que el bienestar de los profesionales de la salud es esencial para que puedan seguir brindando la mejor atención posible. En este mes tan significativo, recordemos no solo a los que luchan contra el cáncer, sino también a quienes los acompañan en ese camino.



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